martes, 20 de julio de 2010
Omar Castillo
EL POETA
Hice de mí un sensible receptor humano
dispuesto a toda suerte de mutaciones
Cuando sentí que las palabras en mí
eran maleable arcilla para tejer imagenes
lo atrapé todo en delicada esfera de cristal
y me remonté lo más alto posible
en mi pluma de sueños y realidad.
Cuando creí justo arrojé la esfera contra
una inmensa página en blanco
previamente colocado en un desértico valle..
horror !horror!ay de mí !
Durante mucho tiempo no logré reposo,
vagué como un autómata con los ojos allá...
en lo dejado escrito.
ADIOS
Amor,
el momentáneo encuentro tatuado eterno a la piel
ese obligado volver no será posible.
se alejan las últimas nubes del incendio
en cuyo fondo yacen las sombras que vagan
sin vida ansiosa en espera
del feto de la creación.
INFANCIA LA PRIMERA
La noche de la infancia,la primera,
Es la más luminosa y densa.El aire
Penetra entonces,queriendo fisurar
La piel.los estragos que acontecen,
Se convierten en el pasadizo tendido
Sobre abismos que serán el reto,
La prístina opción para abolir la escisión
Que descubra las frescas cicatrices;
El que danza en la llama del fuego
Que inderterminadamente recorre su especie,
apenas si capta el sonido
Del hueso anhelando encarnar, que arrastra
El eco jocundo por entre las vértebras.
Buscando la luz de la primera noche.
Martes
Crece el musgo en los ojos
Los gatos en sus poltronas parecen
un sueño al despertar.
En los pararrayos el invierno.
En las paredes de la ciudad han escrito
con leche de yegua
Que los hombres están cansados de tanto
abuso
Y es posible que por su callosa piel
Corra violentamente la sangre.
Un mendigo golpea contra el piso
sus grasientos harapos
De cuando en cuando cualquiera le arroja
una moneda.
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