lunes, 26 de noviembre de 2012
domingo, 25 de noviembre de 2012
sábado, 7 de julio de 2012
EL DESARRAIGO
Sobre esta tierra que has llenado de pasos
Todo parece volver a su lugar de antes,
La antigua calle poblada de fantasmas
Olvido y recurrencia de los años
Regresa ahora impredecible
Atrapada en la cicatriz de tus cansancios.
La anciana de pupila marchita
Desovillando el hilo de la trama,
Sigue sentada en el sillón del tiempo
Repasando entre dedos
Las cuentas infinitas de sus rezos,
Mientras una araña inmortal
Teje en su párpado
La casa donde dios duerme profundo.
Conspiran hachas invisibles
Bajo tu eterna planta,
Puente fugaz entre el pasado
Y la incierta presencia del mañana.
No habrá otra identidad para tus huesos
El espejo que ayer te mintió
Hoy vuelve a revelarse:
Dice que eres esplendor de otro,
Fruta prohibida con sabor a prójimo,
Extraño recuerdo de ti mismo
En la constante sucesión del sueño.
No habrá otra palabra para nombrar
La sed del mundo
Que se desborda en la copa de tu labio,
No habrá otro amor para tu piel
Desencontrada
Y aquella única mujer que amaste
Se repite interminable y cotidiana
En un ritual de máscaras.
No habrá otra voz
Sino el lenguaje del yo desarraigado
Un solo sueño eres
Que arrojó el azar por la baranda
Una sola historia, un solo odio,
Un solo amor…
No habrá otro hogar, ni otra parcela
Ni otra patria
Más allá de los linderos
De tu exigua morada.
Everardo Rendón Colorado
Del libro Memorias de la sangre
¡Calla o dí algo mejor que el silencio!
miércoles, 18 de enero de 2012
Feliz AÑO NUEVO les desea AZULAMBAR
Papa Clemente XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; amo, haz que ame con más ardor;me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas, mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Cántico de los tres jóvenes (Dn 3, 57-88 y 56)
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
1. Bendecid al Señor, todas las obras del Señor: alabadle y ensalzadle por siempre.
2. Bendecid, cielos, al Señor, bendecid al Señor, ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos: bendiga todo poder al Señor.
4. Bendecid al Señor, sol y luna: estrellas del cielo, bendecid al Señor.
5. Bendecid al Señor, toda la lluvia y el rocío: todos los vientos, bendecid al Señor.
6. Bendecid al Señor, el fuego y el calor: frío y calor, bendecid al Señor.
7. Bendecid al Señor, rocíos y escarchas: hielo y frío, bendecid al Señor.
8. Bendecid al Señor, hielos y nieves: noches y días, bendecid al Señor.
9. Bendecid al Señor, luz y tinieblas: rayos y nubes, bendecid al Señor.
10. Bendiga la tierra al Señor: alábele ensálcele para siempre.
11. Bendecid al Señor; montes y collados: todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
12. Bendecid al Señor, mares y ríos; fuentes, bendecid al Señor.
13. Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar: todas las aves del cielo, bendecid al Señor.
14. Bendecid al Señor, todos los animales y ganados: bendecid, hijos de los hombres, al Señor.
15. Bendice, Israel al Señor: alabadle y ensalzadle por siempre.
16. Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor: bendecid al Señor, siervos del Señor.
17. Bendecid al Señor, espíritus y almas de los iustos: santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
18. Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael: alabadle y ensalzadle para siempre.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo: alabémosle y ensalcémosle para siempre.
20. Bendito eres en el firmamento del cielo: y loable y glorioso por siempre.
Aquí no se dice Gloria ni Amen
Salmo 150
1. Alabad al Señor en su santuario: alabadle en su augusto firmamento.
2. Alabadle por sus grandiosas obras: alabadle por su inmensa majestad.
3. Alabadle con sones de trompetas: alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle tañendo tímpanos y cantando a coro: alabadle con instrumentos de cuerda y voces de órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes: alabadle con címbalos de alegría: todo espíritu alabe al Señor.
Gloria al Padre...
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
Todos se ponen de pie y quien dirige el rezo dice:
V. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
Padre nuestro...
V. No nos dejes caer en la tentación.R. Y líbranos del mal.
V. Que te alaben, Señor, todas tus obras.R. Y que tus santos te bendigan.
V. Se regocijarán los santos en la gloria.R. Y se alegrarán en sus moradas.
V. No a nosotros, Señor, no a nosotros.R. Sino a tu nombre da la gloria.
V. Señor, escucha mi oración.R. Y que llegue a ti mi clamor.
El sacerdote añade:
V El Señor esté con vosotros.R. Y con tu espíritu.
Oración: Oh Dios, que mitiaste las llamas del fuego para los tres jóvenes, concédenos benignamente a tu siervos que no nos abrase la llama de los vicios. Te rogamos, Señor, que prevengas nuestra acciones con tu inspiración y que las acompañes con tu ayuda, para que así toda nuestra oración y obra comience siempre en ti, y por ti se concluya. Danos Señor, te pedimos, poder apagar las llamas de nuestros vicios. Tú que le concediste a san Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; amo, haz que ame con más ardor;me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas, mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Cántico de los tres jóvenes (Dn 3, 57-88 y 56)
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
1. Bendecid al Señor, todas las obras del Señor: alabadle y ensalzadle por siempre.
2. Bendecid, cielos, al Señor, bendecid al Señor, ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos: bendiga todo poder al Señor.
4. Bendecid al Señor, sol y luna: estrellas del cielo, bendecid al Señor.
5. Bendecid al Señor, toda la lluvia y el rocío: todos los vientos, bendecid al Señor.
6. Bendecid al Señor, el fuego y el calor: frío y calor, bendecid al Señor.
7. Bendecid al Señor, rocíos y escarchas: hielo y frío, bendecid al Señor.
8. Bendecid al Señor, hielos y nieves: noches y días, bendecid al Señor.
9. Bendecid al Señor, luz y tinieblas: rayos y nubes, bendecid al Señor.
10. Bendiga la tierra al Señor: alábele ensálcele para siempre.
11. Bendecid al Señor; montes y collados: todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
12. Bendecid al Señor, mares y ríos; fuentes, bendecid al Señor.
13. Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar: todas las aves del cielo, bendecid al Señor.
14. Bendecid al Señor, todos los animales y ganados: bendecid, hijos de los hombres, al Señor.
15. Bendice, Israel al Señor: alabadle y ensalzadle por siempre.
16. Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor: bendecid al Señor, siervos del Señor.
17. Bendecid al Señor, espíritus y almas de los iustos: santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
18. Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael: alabadle y ensalzadle para siempre.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo: alabémosle y ensalcémosle para siempre.
20. Bendito eres en el firmamento del cielo: y loable y glorioso por siempre.
Aquí no se dice Gloria ni Amen
Salmo 150
1. Alabad al Señor en su santuario: alabadle en su augusto firmamento.
2. Alabadle por sus grandiosas obras: alabadle por su inmensa majestad.
3. Alabadle con sones de trompetas: alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle tañendo tímpanos y cantando a coro: alabadle con instrumentos de cuerda y voces de órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes: alabadle con címbalos de alegría: todo espíritu alabe al Señor.
Gloria al Padre...
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
Todos se ponen de pie y quien dirige el rezo dice:
V. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
Padre nuestro...
V. No nos dejes caer en la tentación.R. Y líbranos del mal.
V. Que te alaben, Señor, todas tus obras.R. Y que tus santos te bendigan.
V. Se regocijarán los santos en la gloria.R. Y se alegrarán en sus moradas.
V. No a nosotros, Señor, no a nosotros.R. Sino a tu nombre da la gloria.
V. Señor, escucha mi oración.R. Y que llegue a ti mi clamor.
El sacerdote añade:
V El Señor esté con vosotros.R. Y con tu espíritu.
Oración: Oh Dios, que mitiaste las llamas del fuego para los tres jóvenes, concédenos benignamente a tu siervos que no nos abrase la llama de los vicios. Te rogamos, Señor, que prevengas nuestra acciones con tu inspiración y que las acompañes con tu ayuda, para que así toda nuestra oración y obra comience siempre en ti, y por ti se concluya. Danos Señor, te pedimos, poder apagar las llamas de nuestros vicios. Tú que le concediste a san Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.
lunes, 16 de enero de 2012
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