jueves, 8 de octubre de 2009

TRES POETAS SURREALISTAS FRANCESES (Cortesía de Raúl Henao)


ANDRÉ BRETON -LOS ESCRITOS VUELAN-



El satén de las páginas que se hojean en los libros modela

una mujer tan hermosa

que cuando no se lee se contempla a esa mujer con tristeza

sin atreverse a hablarle sin atreverse a decirle

que es tan hermosa

que lo que se va a saber no tiene precio

Esta mujer pasa imperceptiblemente entre un rumor de flores

A veces se vuelve en medio de las estaciones impresas

para preguntar la hora o mejor aún simula contemplar

unas joyas bien de frente

como no hacen las criaturas reales

y el mundo se muere una ruptura se produce en los anillos

del aire

un desgarro en el lugar del corazón

Los diarios de la mañana traen cantantes cuya voz tiene el color

de la arena en las riberas tiernas y peligrosas

y a veces los de la tarde dan paso a muchachas que conducen

animales encadenados

pero lo más bello esta en el intervalo de ciertas letras

donde unas manos más blancas que el cuerno de las estrellas

A mediodía

saquean un nido de blancas golondrinas

para que llueva siempre

tan bajo tan bajo que las alas no puedan ya mezclarse

Unas manos por donde se sube hasta unos brazos tan leves

que el vapor de los prados en sus graciosas volutas por encima

de los estanques es su imperfecto espejo

Unos brazos que no se articulan más que con el peligro excepcional

de un cuerpo hecho para el amor

cuyo vientre llama a los suspiros desprendidos de los matorrales

llenos de velos

y que sólo tienen de terrestre la inmensa verdad helada de los trineos

de miradas sobre la extensión toda blanca

de lo que no volveré a ver más

a causa de una venda maravillosa

que es la mía en el juego de la gallina ciega de las heridas.



(De El revolver de cabellos blancos)




PAUL ELUARD –TÚ LA ÚNICA-



Tú la única y escucho las hierbas de tu risa

A ti te arrebata tu cabeza

Y desde lo alto de los peligros de muerte

Bajo los globos enmarañados bajo la lluvia de los valles

Bajo la pesada luz bajo el cielo de tierra

Tú engendras la caída

Los pájaros ya no son refugio suficiente

Ni la pereza ni la fatiga

El recuerdo de los bosques y los arroyos frágiles

En la mañana de los caprichos

En la mañana de las caricias visibles

En la clara mañana de la ausencia la caída



Las barcas de tus ojos se extravían

En el encaje de las desapariciones

El abismo es revelado que los otros lo extingan

Las sombras que tú creas no tienen derecho a la noche.



(De El amor, la poesía)





ROBERT DESNOS -ÚLTIMO POEMA- *



Tanto soñé contigo

Caminé tanto, hablé tanto

Tanto amé tu sombra

Que ya nada me queda de tí.

Sólo me queda ser la sombra entre las sombras

Ser cien veces más sombra que las sombra

Ser la sombra que retornará y retornará siempre

En tu vida llena de sol.



(De Dominio público)





* Fue el último poema escrito por Desnos -murió en el año 1945 en el campo de concentración de Térézin-Checoslovaquia- Se le encontró sobre su cadáver. Está dedicado a su mujer Youki, en quien encontró esa experiencia del amor único y total que es la culminación del amor surrealista (1).



(1) Amor fou: El Surrealismo define el término como un amor loco, salvaje y capaz de traspasar las fronteras del mundo visible, más allá de la condición hombre-mujer, amor-odio. De esta manera, el Amor - al igual que ocurre con el sentido poético- se constituye en un sentimiento puro, ligado ferreamente al aspecto espiritual de la psique humana y por tanto, a esa "libertad" que falta en la razón y el sentido común.